Por fin ha llegado el verano y una de mis
pasiones siempre ha sido ir a la playa. Desde mi más tierna infancia tengo
muchos de mis mejores recuerdos a orillas del mar, con mágica música, siempre
relajante, incluso cuando la marea está revuelta… En la playa he vivido mil
historias, he celebrado moragas en San Juan, he disfrutado con mis perros… todo
porque he tenido la gran suerte de nacer y vivir en una ciudad costera.
Pero cuando enfermé tanto que mi vida se
limitó a lo que es hoy, la playa se convirtió más en un problema que en un
disfrute. Me mareaba solo estar sentada y mirar a la arena, me agobiaba el
calor asfixiante cuando yo siempre lo había soportado bastante bien, o era
incapaz de bañarme porque el choque térmico era brutal. Una vez sufrí un corte
de digestión y fue de lo más desagradable.
Con mis problemas de movilidad, todo se
complica más. No puedo entrar sola al mar y además de los espasmos, a veces
sufro episodios de hipotonía del esfuerzo que le supone a mi cuerpo y es muy
peligroso. En resumidas cuentas, ya no soy la sirenita que era, más bien una
estrellita de mar que se tambalea sin ayuda.
Mitoguerrera en la silla anfibia esperando el baño |
Las sillas anfibias son las que me están
permitiendo disfrutar del baño ya que voy sentada y no corro el peligro de que
si me mareo o me quedo hipotónica, pueda ahogarme. Si estás en un Puntos de
Baño Autónomo, tienes que llamar a un
teléfono para que se desplacen hasta allí personal asistente al baño y acudan
con la anfibia si no están allí, aunque a veces el propio socorrista la tiene
guardada en su caseta, y puedes usarla con ayuda de tus acompañantes.
Entrando en el mar con la ayuda de las anfibias y los asistentes al baño |
Es cierto que al principio las miradas curiosas de la gente mezcladas entre lástima y compasión son molestas, he aprendido a pasar de ellas y concentrarme en lo que realmente importa, que es disfrutar del baño pues si no es en esas condiciones, no es posible. Superar este miedo escénico es muy difícil para muchas personas, que incluso sienten vergüenza ante la vulnerabilidad que se puede llegar a experimentar al sentirte indefenso y observado. Nada más molesto que intentar que se te quiten los espasmos cuando hay personas alrededor mirándote como si fueras un bicho raro. Por eso recomiendo que las primeras veces se vaya con personas de confianza y si se puede ir con personas que también tengan diversidad funcional, mejor. No vamos a encontrar mejor empatía que la de aquella persona que está en nuestro mismo lugar.
Características principales del servicio "Disfruta la playa" |
A lo que iba, yo ya soy una desinhibida en
cuestiones de baños playeros, y más desde que ha empezado la temporada de playa
y he podido ir a uno de los dos Puntos de Baño Accesible “Disfruta la Playa”.
Estos dos puntos, situados en las playas de La Misericordia y El Dedo, en
Málaga capital, son ideales en cuanto a servicios de apoyo y acompañamiento al
mar.
Puntos de Baño Accesible “Disfruta la Playa”de la playa El Dedo (Málaga) |
Vestuario accesible en la playa El Dedo (Málaga) |
Instrucciones sobre el dispositivo para personas ciegas |
Aquí os dejo el enlace del programa Disfruta la Playa del Ayuntamiento de Málaga
Sin embargo, dos puntos tan equipados son
insuficientes para la cantidad de personas que demandamos estos servicios en
una ciudad como Málaga. Hay pueblos, como Torre del Mar, donde el servicio es igual
de bueno pero es una excepción. Esperemos que poco a poco haya más conciencia
social en cuanto a la igualdad del derecho a disfrutar de lo que nos ofrecen
nuestras poblaciones de residencia y podamos hablar de inclusión social en
mayúsculas.
Mitoguerrera disfrutando del mar |
Disfrutad del verano mitoguerreros!
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